La Commune de Roeser commémorera cette année le 30ième anniversaire d’un partenariat unique avec la Communauté Kolla de la Finca San Andrès du département d’Oran la Neuve dans la Province de Salta en Argentine.
Une Visio-Conférence en date du 13 octobre commémorera ce partenariat exceptionnel.
Lors de cet évènement le magnifique l’ouvrage « Tinkunaku – Histoire de l’Hermanamiento » de mon ami Bernard Christophe, sera publié en version espagnole en Argentine.
J’ai eu le grand plaisir et l’honneur d’écrire une préface pour cet ouvrage. Cette préface retrace le « pourquoi » de ce partenariat qui a été conclu en 1992.La version française a été publié en 2019. Le contenu de cette préface reste d’actualité dans la nouvelle version espagnole.
Adelante ! Que vive ce partenariat.
Version française de la préface
¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!
Raymond Becker
Concejal del municipio de Roeser (1982-1997)
«La idea de solidaridad humana a escala global puede cambiar el mundo, la solidaridad no es solo compasión. Es un sentimiento de unidad y responsabilidad compartida. Debemos convertirla en la base del orden mundial contemporáneo (…) Nuestros sueños pueden cambiar la faz del mundo, pero deben ir acompañados de acciones». Lech Walesa.
Un tríptico que no deja indiferente
No podríamos explicar mejor el espíritu y el profundo significado del tríptico de la Revolución Francesa que las siguientes líneas:
Lema de la República Francesa, el tríptico «Libertad, Igualdad, Fraternidad», simple cobertura moral para algunos, ideal que hay que conquistar constantemente para otros, nunca ha dejado indiferente. Pero en su individualidad, ¿qué significan estos tres términos?
La libertad se aplica en muchas áreas de nuestra vida: libertad de expresión, de circulación, de opinión, de asociación o de costumbres. Nada que no esté prohibido por la ley puede impedirse y nadie puede ser obligado a hacer lo que aquella no ordena. Consiste en poder hacer todo lo que no dañe a los demás.
La igualdad significa que la ley es igual para todos y que todos los ciudadanos están sujetos a los mismos derechos y deberes, sin discriminación.
La fraternidad es más una cuestión de comunidad que individual, y más obligación moral que contrato. Es un deber que tenemos unos con otros.
Se traduce en actuar en un espíritu fraterno y solidario.
Este lema republicano es para muchos, y con razón, la base del compromiso ciudadano.
Los años 80: una conciencia militante
Después de las elecciones municipales de 1982, una nueva mayoría con una mente abierta, un compromiso social y ambiental e ideas políticas claras y precisas, asumió la responsabilidad en el municipio de Roeser.
Era el momento de la construcción de la central nuclear de Cattenom, en Francia, a poca distancia de la frontera luxemburguesa y el municipio de Roeser estuvo involucrado en el movimiento antinuclear luxemburgués desde el principio. Este movimiento luchaba y sigue luchando con un nuevo impulso contra las centrales nucleares y la energía nuclear militar, en torno a varios temas: respeto por el medio ambiente, respeto por la democracia y la paz y búsqueda de alternativas energéticas.
En 1987, la Comisión de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo publicó el Informe Brundtland, llamado así por su presidenta, Gro Harlem Brundtland, y lo tituló «Nuestro futuro común». Este documento se ha convertido en el concepto rector del desarrollo sostenible tal como se entiende hoy en día. El Informe Brundtland constata que los problemas ambientales más graves en el planeta se deben principalmente a la gran pobreza que prevalece en el Sur y los patrones insostenibles de consumo y producción del Norte. Requiere una estrategia que permita conjugar desarrollo y medio ambiente.
Este proceso se nombra con el término «desarrollo sostenible» y al que se le da la siguiente definición: «Desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la posibilidad de que las generaciones futuras puedan satisfacer sus propias necesidades”. Esta noción de desarrollo sostenible se convirtió rápidamente en un pilar esencial de la política de Roeser.
Siguiendo las recomendaciones del informe Brundtland, la conferencia de Toronto, titulada «La atmósfera en evolución: implicaciones para la seguridad global», se celebró en junio de 1988. Al final de la conferencia, los científicos declararon que «la humanidad está llevando a cabo involuntariamente un experimento mundial incontrolado cuyas consecuencias últimas pueden ser del orden de magnitud de una guerra nuclear global”. Recomendaron una reducción del 20% de las emisiones de CO2 hasta 2005. «Debemos actuar» fue el mensaje fuerte y claro de los científicos en esta conferencia.
Incluso si el concepto de desarrollo sostenible parecía vago e incluso si el mensaje de los científicos fue criticado por los seguidores del crecimiento a ultranza, se estaba desarrollando una conciencia de las amenazas que se ciernen sobre el planeta, tanto entre los políticos como entre los ciudadanos. La supervivencia de nuestro planeta está íntimamente vinculada a nuestras actividades, una evidencia que nadie puede ignorar.
Desde 1990: Pensar localmente – Actuar globalmente
“La globalización es un fenómeno muy antiguo, de cinco siglos de antigüedad. Lo que me sorprende es hasta qué punto, incluso hoy, nuestros
patrones mentales nos llevan a ignorar lo extranjero y distante y a ser muy reacios a interesarnos por ello. En cierto modo, seguimos pensando como en el siglo XV, antes del descubrimiento de América, como si nada hubiera sucedido desde entonces, y como si la escala nacional siguiera siendo la más pertinente para comprender el mundo.» Serge Gruzinski.
Dos importantes acontecimientos contribuyeron en gran medida al origen del compromiso del municipio de Roeser con las comunidades kollas.
La creación de la organización internacional “Alianza por el Clima», en 1990, en Frankfurt, y la conferencia de las Naciones Unidas sobre medio ambiente y desarrollo «Cumbre de la Tierra», en Río de Janeiro, en 1992.
La Alianza por el Clima es una agrupación de ciudades y municipios europeos y de pueblos indígenas de los bosques tropicales. Su objetivo principal es la conservación de la atmósfera terrestre. El municipio se comprometió, con una amplia gama de iniciativas, a crear conciencia e incitar a los ciudadanos a actuar. Roeser es miembro de esta Alianza Internacional desde 1991.
La Conferencia de Río de Janeiro marcó un punto de inflexión en la historia del planeta. Creó una nueva dinámica, en particular porque dio sentido a la noción de desarrollo sostenible hasta entonces bastante vaga. En su programa de acción «Agenda 21», la Conferencia instaba a los municipios a comprometerse en definir un plan de acción para el siglo XXI bajo el signo del desarrollo sostenible e implicar a la mayor cantidad posible de ciudadanas y ciudadanos en este proceso.
Esta fue la amalgama de ideas, debates y sueños que condujeron a la magnífica colaboración descrita en este maravilloso libro. En la reunión del consejo municipal el 10 de octubre de 1992, una reunión llena de calidez y emoción, todos los miembros del consejo firmaron una declaración de asociación en presencia de una delegación kolla. Algunos extractos de esta declaración resumen muy bien la voluntad de nuestro enfoque común: “Reconocernos iguales y libres, en virtud de los términos de la Declaración Universal de Derechos Humanos; hacer valer nuestro derecho a la autodeterminación en nuestras comunidades, respetando nuestras tradiciones y culturas; prometernos ayuda mutua y solidaria para garantizar nuestros derechos antes mencionados y preservar nuestro medio ambiente natural, que es la base de nuestra existencia.
A modo de conclusión, un mensaje de Stéphane Hessel: «Además, siempre llamamos a una auténtica insurrección pacífica contra los medios de comunicación, que solo proponen como horizonte para nuestra juventud el consumismo, el desprecio por los más débiles y por la cultura, la amnesia generalizada y la competencia a ultranza de todos contra todos. A quienes construirán el siglo XXI les decimos con nuestro afecto: “Crear es resistir. Resistir es crear.»
Quisiera expresar mi agradecimiento a Bernard Christophe por su magnífico y cálido relato de este encuentro excepcional entre los ciudadanos del municipio de Roeser en Luxemburgo y las comunidades Kolla en la provincia de Salta en Argentina.
¡Viva esta colaboración! ¡Adelante!
